La interacción entre personas de diferentes generaciones es una fuente de enriquecimiento.
Ha sido un placer y una gran satisfacción tanto para nuestros alumnos como para nosotras tutoras el poder contar con la presencia de unas personas mayores fantásticas (todas abuelos o abuelas y el que no, tio-abuelo) que han venido a explicarnos, relatarnos cómo era el Binéfar de su niñez y no tan niñez.
Por unos momentos la sala de usos múltiples se ha llenado de añoranzas, curiosidades, vivencias, anécdotas que han revivido para nosotros y que nos han hecho sentir nuestro pueblo más nuestro, si cabe.
Agradecemos la participación de todas las personas, abuelos y abuelas de alumnos de nuestro nivel o centro, así como de otros conocedores de nuestro pueblo que han acudido en nuestra ayuda para dar forma al proyecto.
¡Gracias a todos por vuestra colaboración y gracias por estar ahí siempre abuelos y abuelas!.
Estas son algunas de las cosas que nos han dicho:
“No tenía la misma utilidad el agua de la balsa de arriba que la de abajo”.
“Aprovechábamos la balsa helada para patinar” .
“Íbamos vestidos con falda corta y con pantalones cortos”.
“En invierno, echábamos un ladrillo en una balsa que estaba helada y lo menos duraba el hielo hasta abril”.
“Cuando íbamos a la escuela, cogíamos los chupones de hielo y los íbamos chupando”.
“Una vez que nevó, aquello fue un desastre, los coches patinaban en las subidetas”.
“Comprábamos el pan a sacos en “la Moderna”.
“No teníamos calefacción, nos calentábamos en el “fogaril”.
“En la escuela había una estufa a la que nos acercábamos cuando explicaba el maestro”.
“Había que llevar leña de casa y cáscaras de almendras para encenderla”.
“Cuando se mataba el cerdo, se colgaban las longanizas en una caña dónde estaba el hogaril y así en cuatro días estaba seco”.
“En Binéfar había tres cines y otro en la guardería”.
“Antes de 1914 ya había un cine, “Cine Aragón”.
“Había tantos cines porque la gente cuando salía los domingos era el único sitio donde ir”.
“En el cine, comíamos cacahuetes o bocadillo de anchoas con gaseosa o Mirinda”.
“Había dos médicos: don Félix y don Ramón y un practicante, Rosendo”.
“La señora que vendía las entradas del cine Romea, se llamaba “La Flora”.
“Había un local con futbolines, billares… Era de los de “La Paz” y se llamaba “Madox”.
“También habá juegos en un bar que se llamaba “El Porrón”.
“La biblioteca estaba en los bajos del ayuntamiento. La llevaba “la Carquiñola”.
“Donde ahora está la biblioteca, antes fue la cárcel”.
“En la plaza España había una báscula”.
“La avda.de Aragón, se llamaba calle Albarado”.
“Las 4 esquinas se llamaba así porque por una calle, llevaba a la estación, hacia la derecha ibas hacia Zaragoza y hacia la izquierda hacia Barcelona”.
“La gasolinera era un poste con una manguera y así llenaban los depósitos”.
“En Binéfar había muy pocos coches”.
“En las escuelas, los chicos y las chicas estaban separados”.
“El director se llamaba Don Víctor Mendoza y su mujer Doña Pilarín”.
“Nos hacían cantar una canción antes de entrar y algún alumno recitaba unos versos”.
“En el mes de María, llevábamos flores”.
“En la escuela nos daban leche y queso (muy malos, ¡No me lo recuerdes!)”.
“Había muchas fábricas: de galletas, de leche, de lino, de aceite, de gaseosas, de lejía…".